lunes, 29 de marzo de 2021

 TENGO UN NOMBRE


Título: Tengo un nombre

Autor: Chanel Miller

Editorial: Blackie Books




"Nos enseñan que las agresiones pueden llegar a suceder, pero que si te vistes con ropa recatada, las posibilidades de que te ataquen a ti disminuyen. Pero así jamás se erradicará el problema, lo único que se hace es redirigir al atacante hacia otra víctima incauta, descargar la violencia en otra persona".

La vida de Chanel Miller cambió drásticamente una noche de enero de 2015 cuando un chico de diecinueve años llamado Brock Turner, la violó durante una fiesta de fraternidad en Stanford, California. Cuando la encontraron estaba prácticamente inconsciente y semidesnuda. Brock Turner, de familia acomodada, estudiante de una universidad privada y la estrella de un equipo de natación, fue sentenciado a la insignificante pena de seis meses de cárcel, de los que solo cumplió tres.

Fue uno de los juicios más mediáticos de la historia de Estados Unidos. Más de un millón de personas firmaron una petición para que el juez a cargo del caso, fuera retirado de su cargo. La víctima, que se vió obligada a vivir bajo el pseudónimo de Emily Boe, escribió una impactante declaración dirigida a su agresor, en la que comenzaba diciendo: Tú no me conoces, pero has estado dentro de mí, y por eso estamos aquí hoy. En apenas unos días fue leída por mas de quince millones de personas. Se hizo viral e incluso el vicepresidente Joe Biden le escribió una carta a Chanel.

Chanel nos habla de forma clara y directa. He sufrido con ella, he sentido sus miedos, su rabia, su ira. Su vida quedó dañada para siempre, también la de su familia. Nadie puede devolverle la vida que tenía antes de aquella noche. No he parado de marcar páginas durante toda la lectura, he leído y releído frases y párrafos una y otra vez. No puedo dejar de admirarla por lo valiente que ha sido. Son unas memorias íntimas y conmovedoras pero muy necesarias.

Decidió escribir este libro para dar a conocer su historia al mundo y dar el paso de hacer pública su identidad, porque ella tiene un nombre, Chanel Miller, pero bien podría llamarse como cualquiera de nosotras.

"Aquella ya no era una lucha contra mi violador, sino una lucha por ser humanizada. Tenía que aferrarme a mi historia, averiguar cómo conseguir que me escucharan. Si no lo lograba, me convertiría en una estadística. Otro símbolo en rojo en una cuadrícula".

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