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sábado, 16 de marzo de 2024

 LOS INGRATOS



Título: Los ingratos

Autor: Pedro Simón

Editorial: Espasa



"Y entonces sales y compruebas que las cosas imprescindibles no tienen necesariamente tu sangre, ni tu apellido, ni tu mismo techo, ni el mismo destino que tu madre. Lo de fuera empieza a ganarle terreno a lo de dentro".

A un pequeño pueblo de la España de 1975, llega la nueva maestra con sus hijos. David es el pequeño de tres hermanos y su vida consiste en ir a la escuela, al ultramarinos y en ir a jugar a la era con sus amigos. Un día su madre decide traer a casa a una cuidadora, la señora Emérita, una mujer viuda, sin hijos y sorda, que llegará para cambiar sus vidas para siempre.

Los ingratos ha llegado a mis manos para llenarme un poquito el alma y dejarme con un nudo en la garganta. No sé si han sido los personajes, la forma en que está narrado o todos los sentimientos que ha despertado en mí pero me ha encantado. Estamos ante un viaje al pasado, a aquellos tiempos en los que íbamos en el coche seis o siete personas, sin cinturón de seguridad, cuando con cien pesetas éramos ricos y nos hacíamos con el kiosco entero, cuando no había teléfonos móviles y nuestra única preocupación era llegar de la escuela, hacer los deberes y salir en busca de aventuras hasta la hora de cenar que era cuando había que volver a casa. Todo  está lleno de recuerdos, añoranza, nostalgia, amor, familia, amistad, ternura, culpa. La vida pasa y el tiempo no regresa. Lo que fue y ya no va a volver.

El personaje de Emérita destaca por encima de todos, un personaje difícil de olvidar. La relación tan tierna y el vínculo que se crea entre ella y el niño es maravilloso. En definitiva, no puedo dejar de admirar y recomendar esta fantástica novela, en la que no es que pasen grandes cosas, pero precisamente en los pequeños detalles y en los sentimientos y emociones que produce es donde te conquista sin remedio.

"Cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, decía lo que ellos querían escuchar. Pero la verdad es que yo no quería ser nada. Y menos ser mayor. Nunca".

"Lo que hoy habría sido carne de psicólogo entonces se despachaba con naturalidad".


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