El Blog de Pippi

 POR SI LAS VOCES VUELVEN

Título: Por si las voces vuelven

Autor: Ángel Martín

Editorial: Planeta

"Que algo hoy te parezca imposible no significa que lo vaya a ser también mañana. Solo significa que te lo parece hoy".

Ángel Martín, considerado uno de los humoristas más prestigiosos de nuestro país, sufrió un brote psicótico en 2017 por el que fue ingresado em un hospital psiquiátrico. En Por si las voces vuelven nos relata en primera persona cuando, según sus propias palabras, se volvió loco y lo que supone perderse, no encontrar a la persona que eras antes y tener que resetearte y reconstruirte de cero.

Me ha gustado muchísimo la forma tan íntima y natural con la que el autor nos describe su locura, qué le pasaba por su cabeza y cómo veía él las cosas. Las voces, las señales, todo. Me he llegado a asombrar, a emocionar e incluso a soltar alguna carcajada. En el fondo creo que todos estamos un poco locos, unos más que otros, pero todos tenemos nuestro punto de locura. Lo que significan para una persona los colores, los sonidos, los números pares e impares, supersticiones como ver un gato negro o encontrarte un trébol de cuatro hojas. Todo son señales o un sin sentido que a veces nos condicionan de una forma u otra. En ocasiones me he sentido muy identificada, en su forma de sentirse y sobre todo, para los que alguna vez hemos tocado fondo.

Sin duda alguna, recomiendo encarecidamente este libro tanto para los que estén pasando por una situación similar, lo hayan pasado o para cualquiera que quiera meterse en su cabeza para jugar con las voces y ver la vida desde otra perspectiva. Si que es verdad que aunque el autor haya tenido una mala experiencia con un psicólogo, yo recomiendo rotundamente acudir a profesionales, tanto psicólogo como psiquiatra, sin miedo y sin compromiso, ya que si no estás a gusto con uno siempre puedes cambiar, pero si das con la persona adecuada estoy segura de que te va a ayudar muchísimo. Y sin nada más que añadir... ¡Punto para los locos!.

"Por desgracia -y también por suerte- las palabras no necesitan hacer ningún tipo de fuerza para clavarse dentro. Los golpes pueden doler más o menos dependiendo de lo fuerte o flojo que esté el tipo que recibe o el que pega, pero los verbales..., esos son distintos".