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sábado, 20 de julio de 2019

SI NO SABES LA LETRA, TARAREA



Título: Si no sabes la letra, tararea

Autor: Bianca Marais

Editorial: Maeva





"Comprendí que las lágrimas no son ni negras ni blancas; son el mercurio de nuestra agitación emocional y su sal condimenta por igual nuestro dolor".

Nos trasladamos a Sudáfrica en el año 1976, durante los agitados tiempos bajo el régimen del apartheid. Robin Conrad, una niña blanca de nueve años vive con sus padres en un barrio de Johannesburgo. Beauty Mbali, una mujer negra de etnia xhosa que vive en una aldea rural de una reserva bantú donde trabaja como maestra para poder sacar adelante a sus hijos, se ve obligada a viajar a la gran ciudad en busca de su hija.
El destino de esta niña blanca y el de esta mujer negra, tan diferentes y a la vez tan iguales, se cruzarán de forma inevitable.

Esta novela ha sido una de mis mejores lecturas en lo que va de año y me atrevo a decir que de siempre, se va directa a mi lista de libros preferidos. Es un libro con una gran carga emocional que me ha tenido casi toda la lectura con el corazón encogido y las lágrimas en los ojos, desde las primeras páginas hasta las últimas en las que la autora nos cuenta su vida con sus propias palabras.

A través de esta historia, la autora nos muestra la brutalidad del régimen del apartheid, un sistema que separaba a las personas por su color de piel. Parece increíble que esta barbarie sucediera hace relativamente tan pocos años.
Por otra parte, veremos que no solo el color de piel separa a las personas, y aunque parezca mentira, lamentablemente a día de hoy aún nos queda mucho por hacer.

Si no sabes la letra, tararea es un libro que engancha desde el principio y que se lee en un suspiro. Me ha gustado muchísimo la forma de escribir de la autora, ha creado una gran historia con unos grandes personajes. Una emotiva y conmovedora historia difícil de olvidar, de las que dejan huella. Me ha encantado y no puedo dejar de recomendarla.

"Estaba muda. No sabía qué decir en un mundo donde se odiaba y atacaba a la gente por no ser del color adecuado, no hablar el idioma adecuado, no rezar al dios adecuado o no amar a la gente adecuada; un mundo en el que el odio era el idioma común, y los ladrillos, las únicas palabras".


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