LAS COSAS QUE IMPORTAN

Título: Las cosas que importan

Autor: 72Kilos

Editorial: Plan B

"Navegamos toda nuestra vida sobre el mismo cuerpo. Cuidémoslo".

Óscar Alonso, o más conocido como 72Kilos, nos habla en este libro sobre las cosas que importan, pero las cosas que importan de verdad, como la amistad, la familia, el amor, la salud, el presente o decir lo que sientes, son algunos de los temas que el autor menciona en sus páginas.

Comienza el libro diciéndonos que "las cosas de las que hablo en este libro no son cosas. Casi siempre son personas, momentos o lugares", y es que jugar con tus hijos, quedar con tus amigos, abrazar a tus padres o abuelos, reírte a carcajadas hasta que te duela la tripa, leer tranquilamente un libro, viajar, disfrutar el presente y muchas otras situaciones más son lo verdaderamente importante en la vida. Y quizás, en el momento actual en el que vivimos es cuando más apreciamos estas cosas que igual antes nos parecían simples o a las que no dábamos la suficiente importancia.

Además de contar con sus maravillosas viñetas, también incluye pequeños textos que nos invitan a reflexionar. Me ha encantado y se me ha hecho corto. Algunos de los textos los he vuelto a releer otra vez y he vuelto a mirar sus viñetas de nuevo. Lo recomiendo muchísimo, os animo a abrir este libro y disfrutar de las cosas que realmente importan.

"En los calendarios deberían poner una alerta cada mes advirtiendo de que el tiempo pasa rápido. Un gran CUIDADO al lado de los días 30 y 31 de cada página".

 ELLAS

Título: Ellas

Autor: Esteban González Pons

Editorial: Espasa

"Todo adulto esconde un exniño en su interior y en ocasiones ese exniño es más influyente en el adulto que el previejo que lo sustituyó".

Tras un matrimonio finiquitado, una vida gris, poco destacable y marcada por la nostalgia de su primer amor, Jaime Monzón toma la decisión de suicidarse, pero antes de hacerlo, se atreve a escribir una serie de cartas a Eme, esa niña de la que se enamoró a los trece años y a la que jamás ha podido olvidar.

Nos trasladamos a Valencia para vivir una historia de amor no tan diferente a la de muchos adolescentes nacidos en la España de los setenta. Se nota que el autor está enamorado de su ciudad, Valencia, ya que está muy presente a lo largo de la novela.

Me han gustado especialmente los capítulos en los que Jaime recuerda esos veranos eternos de su infancia, en los que como dice el autor "presumíamos que los mayores ya nacieron mayores y eso es una tremenda estupidez, solo que he tenido que hacerme mayor para entenderlo". Nos relata como era aquella época en la que los niños fabricaban tirachinas con la boca de una botella de plástico y un globo, cogían la bicicleta y no aparecían hasta la hora de cenar, donde no había teléfono móvil, en la que la adolescencia coincidió con aquella fiebre nacional llamada el destape, donde famosas y actrices enseñaban el pecho en revistas, barajas de cartas o almanaques típicos de garaje, y en los recreos del colegio se intercambiaban calendarios de cartera ilustrados con muchachas que se cubrían el pecho con un balón de playa o algo similar.

En general, me ha gustado mucho aunque sí que es verdad que en ocasiones se me hizo un poco lenta pero la mayor parte se lee muy fácil y me resultó entretenida. Es una novela que está muy bien escrita y que a muchos les traerá muy buenos recuerdos y mucha nostalgia y a otros les descubrirá una época y una generación totalmente diferente a la actual.

"Todos los que vivimos somos un saco de recuerdos. Acumuladores limitados de experiencias y secretos que se pierden con la muerte. Yo mismo, cuando no me caben más recuerdos, olvido alguno para hacer sitio. En especial los malos, y así consigo vivir feliz".